Todos nuestros brandis se elaboran a partir del proceso de destilación del vino de uvas de variedades propias del Penedès como el Xarel·lo o el Ugni Blanc, que aportan cuerpo y aromas frutales; Macabeo, que da aromas a frutos secos y Parellada, que aporta una delicada acidez.
VARIEDADES SINGULARES
DE UVA DEL PENEDÈS
EL PROCESO DE DESTILACIÓN
La Familia Torres cuenta con más de un siglo de experiencia en el arte de la destilación del vino. Experiencia y pasión que también aplicamos en Torres Brandy, para elaborar brandis y destilados de máxima calidad.
Recogemos las distintas variedades de uva, las prensamos y las dejamos fermentar para obtener alcohol en el vino. Luego, para conseguir el brandy, destilamos el vino.
Utilizamos dos métodos de destilación según el tipo de brandy que quiera obtenerse:
Con la destilación discontinua en alambique tradicional podemos retener aromas que van a desarrollarse mejor en añejamientos largos.
La destilación continua, sin embargo, permite buscar perfiles aromáticos más suaves, para brandis más versátiles, ideales para coctelería como Torres 15.
Tras la destilación, lo envejecemos en barricas de roble. Con el paso del tiempo, el brandy irá adquiriendo sus características añejas que lo harán único: su suavidad, intensidad y complejidad.
MÉTODOS
DE ENVEJECIMIENTO:
SOLERA Y ESTÁTICO
En Torres Brandy utilizamos dos métodos de envejecimiento con barricas de roble.
El método tradicional de solera consiste en disponer las barricas de roble americano, en diferentes niveles de altura, en los que, desde las criaderas superiores (brandy más joven) se mezcla, en pequeñas cantidades, con brandy cada vez más envejecido, hasta llegar con el paso de los años a mezclarse con el último nivel de barricas, las que tocan el suelo, las soleras, que contienen los brandis más envejecidos.
Por otro lado, Torres 20 utiliza un método de envejecimiento diferente, el envejecimiento estático en barricas de roble francés. Durante el envejecimiento, el brandy permanece en la misma barrica de roble, sin mezclarse con otros brandis.
LAS BARRICAS,
MÁS QUE UN RECIPIENTE
El roble americano otorga un gran aporte de taninos, así como un color intenso y aromas a coco tostado y especias, café y tabaco.
Por otro lado, el roble francés dota al brandy de sutilidad y elegancia. Aromas a vainilla, canela, clavo y pimienta. Mientras que en boca da un perfil más seco y suntuoso.